BACTERIAS Y HONGOS

Aparte de las plagas que atacan a nuestras plantas, tenemos las enfermedades producidas por carencia de alguna vitamina, infecciones bacterianas o víricas y las producidas por el ataque de hongos, que suponen el 95% de las enfermedades.

Los fungicidas son sustancias que se emplean para impedir el crecimiento o eliminar los hongos y mohos perjudiciales para las plantas, los animales o el hombre. Todo fungicida, por más eficaz que sea, si se utiliza en exceso puede causar daños fisiológicos a la planta.

Podemos clasificar los hongos en: ectoparásitos que se mantienen en la superficie y para combatirlos debemos usar fungicidas y los hongos endoparásitos, que afectan a los órganos internos y se combaten con criptogamicidas, aunque su erradicación es extremadamente difícil.

El uso excesivo de plaguicidas químicos provoca resistencia en los fitopatógenos, influencia negativa sobre el ambiente y la salud humana, por lo que se impone la implantación de estrategias de control de microorganismos benéficos, como Trichoderma spp., Bacillus spp., Pseudomonas spp. y otros agentes promisorios.  

Cualquier planta puede sufrir ataques de bacterias. En general los daños por bacteriosis pueden ser poco importantes, más bien estéticos, pero pueden causar la muerte de la planta, como por ejemplo la bacteria Erwinia amylovora que produce la enfermedad llamada "Fuego bacteriano" y que afecta a especies de la familia de las Rosáceas. Los síntomas de enfermedad por bacteriosis pueden ser muy variados: chancros, manchas, clorosis, podredumbres, moteados, etc.

Entre las enfermedades más comunes podemos encontrar:

Te invitamos a revisar nuestra GUIA DE ENFERMEDADES.